20 mar 2010

Vivencia extraterrestre

Desde hace unos años, mi amigo Alain se despertó sin ser la misma persona. Acompañadme en esta historia y descubriréis qué fue lo que de la noche a la mañana cambió a mi amigo.


Todo comenzó una fría noche otoñal de vuelta a casa. Alain y yo somos vecinos en el mismo edificio y en esa misma tercera planta en la cual tan bien nos lo hemos pasado. Veníamos de tomar una cerveza (o dos) del bar de Miguelón, como cada viernes cuando salíamos de la facultad. No éramos de salir los viernes de fiesta, sino de guardar fuerzas y dinero (todo sea dicho) para el sábado. Nuestra situación económica era como la de cualquier estudiante: pésima y escasa.

Al llegar al portal, nos despedimos ya que Alain había recibido una llamada muy importante (de la chica que le gusta) y si entraba en el ascensor se le cortaría y no quería "quedar mal" con esa chica que tanto le importaba. Así que como yo estaba cansado, me fui para mi casa.

Al día siguiente fui a su casa para planear la fiesta que nos daríamos esa noche de sábado, pero ya no era el mismo:

- No gracias, prefiero quedarme en casa. No quiero salir - dijo Alain con la mirada perdida y triste. Su lenguaje había cambiado, y su actitud también.

- ¿Pero qué es lo que te pasa? Tío, estás muy raro. ¿Qué te dijo Patri anoche para que estés tan cambiado? - intenté animarlo sin resultado.

- ¿Patri? Oh, nada. También me ha llamado, pero no se lo he cogido.


Definitivamente, estaba muy pero que muy raro. Estuve más de una hora intentando buscarle alguna explicación a su actitud, pero lo único que recibía era evasivas.

Como vi que no conseguiría nada, decidí dejarlo tranquilo un rato y volver más tarde, cuando estuviese más tranquilo, para intentar que se abriera y compartiera su malestar conmigo. Pero no fue necesario: antes de cruzar el umbral de la puerta, me llamó y me dijo que me sentara.

- ¿Puedo contarte una cosa? - dijo abrumado

- ¡Es lo que llevo intentando toda la mañana! Vamos, cuéntame lo que te pasa e intentaré ayudarte.

- Necesito que me firmes esto - y extendió una hoja de papel parecida a un contrato. Él sabía lo que significaba para mí firmar algo, así que lo que me iba a contar debía de ser muy importante.

El contrato, en líneas generales, me obligaba a escuchar sin interrumpir, no reírme, no contar nada a nadie pase lo que pase, etc. En resumen, quería blindar su confesión. Una vez firmado, comenzó la historia:

- Cuando me dejaste en el portal hablando con Patri, ocurrió algo muy extraño. Tuve la sensación de que el mundo se paró, no corría el aire, el móvil se me apagó, las luces parpadearon durante unos segundos... y entonces ocurrió: la gran luz. - en este momento comenzó a temblar, a llorar, pero también a sonreír. - No te rías, pero fui abducido. No preguntes como, ni qué fue lo que sentí, ni nada. Solo sé que de pronto estaba en una habitación rodeado de personas.

"Al principio creí que estaba en algún hospital porque me había ocurrido algo que no recordaba, pero no era así. Me explicaron que venían de un planeta muy lejano a la Tierra, y que su misión consistía en encontrar a alguien con unas aptitudes adecuadas para su misión. Y resultó que yo las tenía.

"Puedes creer lo que quieras, pero fue así. Ellos son personas como nosotros. No son los monstruitos que aparecen por la tele, con la piel verde y orejas como trompetas. No, son iguales a los humanos. Cuentan que han seguido una evolución similar a la nuestra. Que su mundo empezó igual que el nuestro, y que así existen cientos de planetas en todo el universo. Pero cada uno se encuentra en un sistema solar distinto, con lo cual es muy complicado la comunicación. Ellos son los más avanzados de todos, y nosotros los que menos edad tenemos. O al menos eso dicen en referencia a los planetas que han tenido la oportunidad de visitar.

"Tienen a todos los planetas localizados, y solo han podido visitar un 60%. Pero los tienen muy bien estudiados a todos. Su interés por nosotros es conocer cómo está nuestro planeta para así poder compararlo al suyo. También les interesa que les contemos qué conocemos del pasado, por eso el estar a punto de acabar la carrera de Geología ha sido un factor importante en mi abducción.

"Ellos pueden viajar a unas 100 veces la velocidad de la luz, con lo cual en viaje de nuestro planeta al suyo se hace en unos pocos meses. Me aseguraron que cuando volviese a la Tierra, estaría todo en el mismo punto en el que lo dejé, lo cual fue un alivio en ese momento.

"Esto es lo más complicado de creer, pero he estado con ellos alrededor de 15 años. Durante ese tiempo he estado retenido en una especie de bunker secreto en el cual han intentado exprimirme toda la información que tenía en mi cabeza. No ha sido fácil, ya que parece ser que muchas costumbre nuestras, para ellos eran totalmente desconocidas, como por ejemplo la de cocinar cada uno en su propia casa. Todo el mundo come una especie de barritas y batidos que les aporta todo el alimento del día. Así que no saben lo que es disfrutar de una buena comida desde hace milenios. Aunque los alimentos sí que existen, pero no saben tratarlos.

"Y lo más interesante de esta experiencia es que le he sido demasiado útil. Si no hubiese sido así, hubiera vuelto el primer año, pero parece ser que les caí bien, así que después del primer año comencé a enseñarles cosas rutinarias de la Tierra, lo cual les encantó. A cambio, poco a poco comencé a pedir que me enseñaran algo de ellos. Toda la información que me fueron dando al principio me la dieron con mucho cuidado, ya que con ella podría cambiar el rumbo natural de nuestro planeta.

"Así fueron pasando los años hasta que alguien dijo de devolverme. Esa promesa del principio de volver a casa en el mismo punto en el que me dejaron, ya no me parecía tanta recompensa. No quería irme, estaba muy a gusto en aquel bunker. Como regalo, me dejaron ver algo del exterior. Fue maravilloso: todo lleno de arboles, todo verde por todos lados. Los vehículos camuflados entre la naturaleza. Me dijeron que en el futuro la Tierra aprendería que la naturaleza no es una parte del mundo, sino que es el mundo y que nosotros éramos esa parte secundaria dentro de ella. Desde hace miles de años la contaminación y la energía se tienen controladas de forma natural. Y que nosotros llegaríamos, pero dentro de muchos años, cuando la mentalidad de la sociedad cambie.

"Todo esto te lo puedo demostrar, mira - y sacó un archivador lleno de fichas -. Pero antes de abrirlo, prométeme que no me convencerás de nada.

Cuando abrí el archivador, al principio no sentí nada. En cuanto fui pasando una a una, me di cuenta que eso era una bomba de relojería: el regalo de los extraterrestres a Alain era la solución a problemas actuales y futuros de la población humana: todo tipo de vacunas, pastillas y demás para enfermedades conocidas y venideras; aparatos electrónicos multicompactos que realizaban trabajos impensables en la actualidad; conocimientos científicos de los cuales ahora se discuten quedándose solo en la superficie... y así un sinfín de soluciones que esta sociedad avanzada le había regalado a Alain.

- Esto es muy impresionante. ¿Qué piensas hacer con esto? Sabes que puede ser una revolución muy grande. No creo que estemos preparados para esto - dije totalmente paralizado por la impresión que me había causado aquel archivador mágico.

- Es lo que te he dicho antes, que no puedes convencerme de nada. Como tu bien dices, nadie está preparado para esto. Sería un shock muy grande que puede causar todo tipo de guerras y muerte por la posesión de las patentes. Creo que mi vida estaría también en juego. Así que con todo esto, creo que comprenderás mi decisión.

Y acto seguido cogió una papelera metálica, metió el archivador, lo roció con alcohol y le metió fuego. En un primer momento me abalancé para intentar recuperarlo, pero Alain me lo impidió. Ahí me di cuenta de que tenía razón, y era mejor destruirlo.

Desde aquel día todo fue distinto: Alain desapareció sin despedirse y nunca más volví a saber de él. No acabó la carrera, ya que su expediente sigue abierto en la Universidad. Todo intento por buscarlo a resultado en vano. Espero que haya vuelto donde fue tan feliz.

Espero que os haya gustado mi primer corto literario. Si es así, me animaré y escribiré alguno más.

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