¿Quién determina que un tipo de musica es buena y otra es mala? ¿Por qué nos dedicamos a clasificarlo todo en función de calidad cuando realmente lo debemos clasificar en cuestión de gustos? Yo creo que en el arte no hay nada que sea bueno o malo, sino que ese algo gusta o no gusta, no más.
Estamos acostumbrados a hacer juicios de valor respecto al arte con descripciones tipo: "qué canción más mala", "que cuadro más malo", etc. Nos empeñamos en juzgar toda la calidad en función de nuestro gusto, pero eso no debería ser así.
Cuando nos paramos a juzgar una obra, nunca pensamos en el trabajo que puede haber detrás de ella. Es cierto que hay canciones, cuadros, esculturas... que parecen que las puede haber hecho un niño de 3 años en 5 minutos, pero a veces nuestro ojo nos engaña. Nadie sabe el trabajo que hay detrás, las horas de dedicación y esfuerzo invertidas en esa creación. Bien es cierto que es posible que la obra se haya realizado en 5 minutos o menos, pero estoy convencido que no ha sido pensada en tan poco tiempo, sino que lleva mucho tiempo detrás en el planteamiento del trabajo.
A veces, el arte crea una barrera muy potente entre la creación y nuestro sentimiento, la cual nos impide gozar de ella en su total esplendor. Pero debemos ser capaces de intentar romperla y dejar que el sentimiento que guarda se transmita hacia nosotros. Y eso sólo se consigue con paciencia, y dándole oportunidades a esa obra, es decir, mediante el método tiempo-repetición (verla u oírla una y otra vez sin enjuiciarla antes de tiempo).
Lo mismo ocurre cuando escuchamos una canción en la radio. Hay muchos estilos de música, aparte de la típica música comercial. Hay música vocal, instrumental o combinada de ambas, y algunas nos parecen tan aburridas que pensamos que el artista la ha compuesto mientras estaba dormido. Deberíamos pararnos a pensar que seguramente esa canción lleva muchas horas de trabajo detrás, que todo está calculado y pensado, y que para mucha gente esa canción les transmite algo muy importante que nosotros no somos capaces de captar. Ahí está la grandeza del arte, que es muy abierto: lo que a unos le parece una birria, a otros les parece una gran obra maestra. Pero amigos, debemos aprender que todo es respetable. En el momento en que interiorizamos una canción por primera vez, es el momento más glorioso que podemos vivir, ya que como esa primera vez, no existirá hacia esa canción ninguna otra.
También me quiero referir a dos tipos de música muy complicados: la ópera y el flamenco. Son dos géneros muy profundos para el ser humanos, pero dicen que si la primera vez que la oyes te gusta, la sentirás en tu interior toda la vida; pero si no, nunca llegará a sentirla de igual manera. Aunque yo creo que se puede aprender a interiorizarla.
No quiero transmitir que cuando no nos guste una canción o un cuadro es que no sepamos valorarlo ni de que el arte no esté hecho para nosotros. Simplemente quiero abríos la mente y haceros pensar en que cuando una obra existe, es porque, como mínimo para una sola persona (al menos, a su autor) su creación a supuesto un momento de inspiración y transmisión de sentimientos.
Sé que es muy complicado, pero cuando veamos algo que nos parece malo, no debemos de pensar eso, sino simplemente que el autor no ha conseguido que a nosotros nos transmita lo que él o ella pretendían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario